Fin
Para terminar, vamos a hacer un resumen sobre todo lo que hemos visto a lo largo de este blog y tengáis una visión general sobre el origen de las lenguas, y más concretamente de la nuestra: el español.
Todo comenzó cuando los lingüistas se percataron del increíble parecido que tenían las palabras de distintas lenguas actuales, por lo que se empezó a barajar la hipótesis de que todas ellas tuviesen un pasado en común. De esta manera, dichos estudiosos llamaron “lenguas indoeuropeas” a esas lenguas que mostraban entre sí una relación de parentesco y que fueron utilizadas por diversos hablantes de gran parte de Europa y Asia hace miles de años.
Por tanto, todas las llamadas “lenguas indoeuropeas” provienen de un lenguaje común que existió hace miles de años llamado Indoeuropeo. Este lenguaje común, se fue fragmentando en distintas ramas que, posteriormente, darían lugar a nuevas lenguas relativamente diferenciadas. En el caso que nos ocupa, la rama que más nos interesa es la itálica, de la que surge el latín.
Al igual que ocurre hoy con la lengua española, el latín que hablaban los habitantes del imperio romano no era igual en todas partes. Por ello, se entiende que España tuviera su propio dialecto latino: el romance castellano. Este “latín-español”surgió en las montañas de Cantabria entre los siglos IX y X, y avanza hacia el sur de la Península Ibérica a medida que se extiende la Reconquista. Así, quedó implantado el español en la península Ibérica y ha ido evolucionando hasta nuestros días.
En la actualidad, varios han sido los intentos de volver a los orígenes del Indoeuropeo a través de la creación de nuevas lenguas: el Uropi, el Europaio y el Esperanto, con el fin de unificar el lenguaje europeo. Pero éstos no han encontrado un gran arraigo entre la población europea. Sin embargo, si podemos afirmar que el idioma universal que prevalece es el inglés, hablado por las tres cuartas partes del mundo.
Y hasta aquí llega nuestro viaje a través del origen de las lenguas. Esperamos haber aclarado vuestras dudas y haber saciado la curiosidad que pudierais tener acerca de este tema, tal y como os decíamos al inicio de este largo recorrido.
Esperamos haber sido de vuestro interés y agrado. Hasta siempre.